
¿Cómo se ve y se siente tu día perfecto? Para mi, es como nos canta Julie Andrews en “La novicia rebelde”. […] Gotas de lluvia, bigotes de gato, teteras de cobre brillantes y guantes de lana… pies de manzana, campanas y vestidos azules. Son solo algunas de mis cosas favoritas. […] Amo esa canción porque me recuerda que sin importar lo difícil que esté el día, siempre puedo recordar aquellas cosas que me hacen feliz. Y hoy te vuelvo a preguntar ¿Cómo se ve y se siente tu día perfecto? ¿Cuáles son aquellas cosas que te hacen feliz? Tal vez sea el día soleado, una copa de vino, ir a pasear con tu mascota o tomar un delicioso té con especias.
Visualizar tu día perfecto es importante no necesariamente porque será una realidad recurrente (no todos los días sale el sol), sino porque es crucial entender lo que una vida simple, o una vida “sin complicaciones", realmente significa para ti. Y es diferente para todos: para mí, significa practicar mi meditación de gratitud matutina (¿chequeaste mi blog sobre la gratitud?), escribir y leer en silencio, dedicar un par de horas a mis pacientes e ir a ver a mis dos mininos. Para otros, es una larga caminata matutina, yoga por la tarde, un día productivo en la oficina o un baño caliente antes de acostarse. Y para otros, el día perfecto es tener mucho tiempo para concentrarse en una meta importante en la vida, sin dejar de tener suficiente tiempo para descansar bien por la noche.
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Tómate unos minutos ahora para visualizar lo que significa un "día perfecto" para ti.
Ahora cambia tu enfoque y considera todas las cosas innecesarias y variadas que haces a diario, tanto mental como físicamente, que van en contra de tu filosofía del “día perfecto”.
Nuevamente, todos podemos estar de acuerdo en que la vida NO es perfecta, y seguramente hay cosas muy necesarias y difíciles que deben manejarse todos los días. Pero todavía se gasta mucha energía mental y física en asuntos que no merecen nuestro tiempo y atención.
A decir verdad, el día promedio es bastante simple, pero insistimos en hacerlo complicado. ¡Rompamos el ciclo! Aquí hay algunas formas fáciles de simplificar gradualmente tu vida, y sí, es un proceso GRADUAL, porque es fácil cambiar tu vida paso a paso:
¡Aprende del pasado y luego sal de ahí!
Los errores del pasado deberían enseñarte a crear un futuro maravilloso; no causarte miedo. No lleves contigo tus errores. En su lugar, colócalos debajo de tus pies y utilízalos como escalones. Nunca arrepentirse. Si es bueno, es maravilloso. Si es malo, es experiencia. El éxito no se trata de dónde te encuentras en un momento dado; se trata de cuánto has aprendido y qué tan lejos has llegado para llegar allí.
Concéntrate en lo que es realmente importante.
Identifica lo que es más importante para ti. Elimina todo lo demás. Sin pérdida de tiempo, sin tonterías, sin arrepentimientos.
Concéntrate en ser productivo, no en estar ocupado.
No solo busques hacer las cosas porque sí; más bien enfócate en hacer las pequeñas cosas que haces de manera correcta. Los resultados siempre son más importantes que el tiempo que se necesita para lograrlos. Detente y pregúntate si vale la pena el esfuerzo en lo que estás trabajando. ¿Te está llevando en la misma dirección que tus metas? No te dejes atrapar por trabajos ocasionales, incluso aquellos que parezcan urgentes, a menos que también sean importantes.
Da lo que quieras recibir.
¡Esta regla me encanta! ¡Y es que es verdad! Obtienes lo mejor de la mayoría de las personas y situaciones cuando das lo mejor de ti mismo. Empieza a practicar esta regla de oro. Si tú quieres amor, da amor. Si quieres amigos, sé amigable. Si quiere dinero, proporciona valor. Funciona con más frecuencia de la que no. Realmente es así de simple.
Deja de intentar ser todo para todos.
No intentes ser amigo de todos. Cultiva relaciones más estrechas con menos personas. Empieza a centrarte en ser todo para alguien en particular. Ayudar o complacer a todos es imposible. Pero hacer sonreír a una persona puede cambiar el mundo. Quizás no el mundo entero, pero su mundo. Así que estrecha tu enfoque y sé tú mismo.
Haz lo que sabes en tu corazón que es correcto.
Deja de hacer cosas inmorales simplemente porque puedes. Comienza a ser honesto contigo mismo y con los demás. No hagas trampa. Se fiel. Sé amable. ¡Haz lo correcto! Es una forma menos complicada de vivir. La integridad es la esencia de todo lo que tiene éxito. Cuando rompes las reglas de la integridad, invitas a serias complicaciones a tu vida. Mantén la vida simple y agradable haciendo lo que sabes en tu corazón que es correcto.
Organiza tu espacio.
Empieza a despejar el desorden. Deshazte de las cosas que no usas y luego organiza lo que queda. Mantener organizadas las áreas de trabajo y de vida es fundamental. Si tienes un espacio desordenado, puede distraerte y estresarte. Un espacio despejado es como un lienzo en blanco, disponible para crear algo grandioso.
Se eficiente.
Agiliza tu vida encontrando mejores formas de manejar las tareas comunes. Concéntrate en un problema o tarea a la vez (la limpieza, deberes del trabajo, todo el papeleo que tienes pendiente, tu correo electrónico, etc.) y simplifícalo, creando un sistema eficiente y lógico. Luego, una vez que lo hayas perfeccionado, apégate a ese sistema.
Deja que las cosas sean menos que perfectas.
Sonríe cada vez que puedas; no porque la vida sea fácil o perfecta, sino porque eliges ser feliz y eliges estar agradecido por todas las cosas buenas que tienes y todos los problemas que sabes que no tienes. Debes aceptar el hecho de que la vida no es perfecta, que las personas no son perfectas y que tú no eres perfecto. Y está bien, porque el mundo real no premia la perfección. Recompensa a las personas que hacen las cosas BUENAS. Y la única forma de hacer las cosas buenas es siendo imperfecto el 99% del tiempo.
Deja ir el drama innecesario y aquellos que lo crean.
Nunca crees un drama innecesario y no te rodees de los que lo hacen. Es mejor vivir en la vida real que en una telenovela. Elige amigos que te enorgullezcas de conocer, personas a las que admires, que te amen y respeten, personas que alegran un poco tu día simplemente por estar en él. No solo te alejes de las personas negativas, ¡Corre de ellas! La vida es demasiado corta para pasar tiempo con personas que te quitan la felicidad.
Olvida lo que los demás piensan y quieren para ti.
Una de las mayores libertades es simplemente que no te importe lo que los demás piensen de ti. A veces necesitas salir, respirar un poco y recordarte quién eres y quién quieres ser. Lo mejor que puede hacer en momentos de indecisión es simplemente seguir tu corazón. Toma riesgos calculados. No aceptes las opciones fáciles y seguras simplemente porque tienes miedo de lo que pensarán los demás o de lo que pueda suceder. Si lo haces, nunca sucederá nada. No dejes que las mentes pequeñas te convenzan de que tus ideas y sueños son demasiado grandes. No lo son.
Recuerda que la vida está para disfrutarla. Para disfrutar de aquellas pequeñas cosas pequeñas. La vida está para ser felices, para amar y ser amados.
Hoy te invito a proyectarte una vida más sencilla, sin complicaciones, sin miedos y con el corazón abierto. Y si algún día sientes que la vida te pesa mucho, no te preocupes, créeme que todo pasa… tarde o temprano, pero pasa. Como decía mi abuelo, no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo aguante. No olvides tu inmensísimo valor y espero que disfrutes de “tu día perfecto”.
Un abrazo,
Pao.
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