Hakuna matata, una forma de ser hakuna matata, nada que temer sin preocuparse es como hay que vivir al vivir así, yo aquí aprendí hakuna matata
Hakuna Matata es la filosofía que nuestros amigos Timón y Pumba utilizan en la película El rey león, ¿Que significa? "No te angusties"
no debes angustiarte por lo que no esta en sus manos... y si no puedes dejar de hacerlo y tienes una necesidad de controlar todo! sufres de CONTROLITIS AGUDA.
Controlitis: Condición física y mental desfavorable para la persona generada por presentar altos niveles de impulsos a querer controlar diferentes aspectos.
Estos aspectos pueden ser: una persona, una situación, el futuro, tu presente, el país, al presidente, el semáforo, el clima, la velocidad de trabajo de los demás, la manera en la que actúan los demás, los colores para pintar la pared,la forma en que se debe de limpiar, etcétera.
Normalmente cuando se trata de controlar a alguien más, nuestra reacción aparente es desesperarnos. Nos desespera que haga, diga, o piense como sea que lo haga, y entonces tomamos la postura de regaño, o de minimizarlo y decir…”¿cómo es que pienses así?”, “así es como se tienen que hacer las cosas”, “tu no sabes…y al parecer nunca lo sabrás”, entre otras. Y vamos por la vida relacionándonos con las demás personas esperando que sean de una u otra forma, frustrándonos porque no son como queremos que sean y haciendo corajes porque no reaccionan como nos gustaría que reaccionaran. En conclusión, sufres de controlitis cada vez que te frustras, desesperas o enojas porque la otra persona hizo, dijo o pensó equis cosa que a ti no te pareció.
Además de querer controlar a las otras personas, es común que queramos controlar todo lo que pasa con nosotros, queremos tener la salud perfecta, el trabajo ideal, la pareja salida de un cuento de hadas, numerosas amistades, un estado de equilibrio y paz interior constante e inalterable…y cuando nos damos cuenta de que no estamos cumpliendo con algunas de estas cosas que “deberíamos” de estar cumpliendo, entonces llega la misma frustración y desesperación, pero ahora volcada hacia nosotros mismos.
Otro síntoma de controlitis es cuando queremos controlar los eventos y los sucesos que ocurren a nuestro al rededor, y eso aún puede ser más frustrante, pues con los demás y con uno mismo podemos ejercer cierto poder para motivar el cambio, pero cuando se trata de las cosas externas, es muy probable que nuestra influencia sea muy baja, y entonces… más nos frustramos. Por ejemplo, cuando te decides a ir al banco y te encuentras con 30 personas antes de ti, o ese jefe que solo te da ordenes, o ese almuerzo que no salio como esperabas o los semaforos en rojo, o la suciedad de la calle, el clima en una salida…en fin, cuestiones que realmente no están en nuestras manos poder controlar, aunque yo diría…si evitar.
¿Por qué queremos controlar?
Porque es la mejor manera que hemos encontrado para sentirnos seguros.
Ante la duda e incertidumbre sobre el futuro, decidimos que era buena idea hacer predicciones para saber qué hacer y cómo comportarnos. Ante el darnos cuenta que los demás no siempre reaccionaban como queríamos, aplicamos el control sobre ellos para que dejaran de lastimarnos. Ante el darnos cuenta que nosotros no siempre actuábamos igual o como queríamos, aprendimos a controlarnos a nosotros mismos.
Aprendimos a controlar cuando de chicos vimos que las cosas salían de control, ya sea en casa o en el exterior, y probablemente llegamos a la conclusión “yo necesito dictar el curso de los eventos para no salir lastimado”. Es en ese momento que decides apoderarte de todo lo que sucede a tu alrededor y aplicar tus técnicas de control.
La necesidad básica detrás de la ansiedad (o sea, la que no sientes cubierta), es la de sentirte seguro. Y para sentirte seguro, probablemente aprendiste a tener el control sobre cosas que en apariencia podías controlar. Pero ahora, si tienes ansiedad, es porque llegó el momento de aceptar lo que no puedes controlar
¿Sobre qué cosas no tienes el control?
Sobre que si el que va adelante de ti en el coche avance en el momento que tú quieres que lo haga
Que el otro se comporte de cierta manera
Sobre que si el otro está enojado o triste, deje de estarlo
Sobre lo que deciden los demás en cuanto a su vida
Sobre si el semáforo se pone rojo o verde
Sobre si hoy llueve, sale el sol o está nublado
Sobre si los demás se llevan bien o no
Sobre lo que los demás se ponen o cómo se peinan
Sobre lo que los demás piensan, creen, dicen o hacen
Sobre cómo fue tu pasado
Las opiniones o pensamientos que tengan los demás sobre ti
En general, quizás no puedes controlar lo que hacen o dejan de hacer los demás, la forma de ser de tu pareja, el clima y el medio ambiente, la inseguridad o tu pasado.
Pero sí puedes controlar cómo reaccionar y cómo relacionarte con todo eso, si seguir cerca de lo que te molesta o crear tu propia realidad con mucha más fortaleza.
En donde trabajo, www.lantana.com.pe, tenemos una herramienta que usamos que se llama “asunto”, y es que ante cada cosa que te frustres, enojes, desesperes… pregúntate, “¿en asunto de quién estás?” y existen tres posibles respuestas: 1.- en el mío, 2.- en el de los demás, 3.- en el del Universo. Y claro, el único asunto en el que realmente se vale que te encargues es el tuyo, los asuntos de los demás, déjaselos a los demás, a menos que sea asunto tuyo el querer ayudarlos, y los asuntos del Universo, déjaselos al Universo, pero claro, con la disposición de contribuir a que esos asuntos fluyan pacíficamente.
El asunto que sí nos compete aquí, es que la ansiedad y el estrés diario tienen mucho que ver con las ganas de querer controlar TODO lo que sucede contigo, con los demás y con el Universo. En lo personal me parece que es algo muy ambicioso y difícil de conseguir, y con altas probabilidades de que te genere frustración y ansiedad. Tampoco se trata de que dejemos lo que nos sucede en manos de los demás, o inclusive del Universo, (pues también se vale pedirle al Universo lo que deseas que suceda en tu vida), pero sí se trata de encontrar el equilibrio entre aquellas cosas que sí están en tus manos y las que no, y aprender a ACEPTAR a los demás, con todo el paquete que incluyen.
Ahora, si hay algo que te es imposible aceptar, como vivir en un lugar peligroso, en un país que se nubla la mitad del año, en un lugar de trabajo donde sufres de abuso o maltrato, entonces entra la posibilidad de negociar, o sea, encontrar la manera de hacer las paces y de encontrarte a gusto con esa persona, situación o lugar. Y si de plano tampoco puedes negociar, existe una tercera opción que es renunciar. Salirte de ese escenario, buscar otro trabajo, irte a otro país, buscarte otra pareja… etc. Lo que no se vale, es vivir en esa situación, trabajo o con esa persona, y encontrarte quejándote todo el día de que “¿¿por qué no es así???”, “¿otra vez sale con lo mismo???”. Y digo no se vale, porque lo único que consigues con eso es estresarte y llevarte directito al camino de la ansiedad y a generarte enfermedades psicosomaticas.
¿Sobre qué sí tienes el control?
Los alimentos que ingieres
Sobre si cuando te das cuentas que estas enojado, sigues enojado en el berrinche o te acercas con el otro a hablar
Sobre si seguir en una discusión cuando te das cuenta que estás en una
Sobre a lo que te dedicas todos los días para generar un ingreso económico
La hora a la que te despiertas/la hora a la que te duermes
Cualquier decisión que tenga que ver con tu cuerpo (ejercicio, alimentación, estrés)
Sobre si seguir tensionando los hombros cuando ya te diste cuenta que estás tenso
Sobre la ropa que eliges y el peinado con el que sales cada día
Sobre qué ruta elegir cuando sales de tu casa
Sobre la pareja con la que te encuentras
Sobre retirarte o quedarte en un lugar en el que no estás a gusto
Sobre si decir una mentira o decir la verdad
Sobre si resistirte al cambio o fluir con él
Sobre si seguir alimentando un pensamiento que no te funciona o no
Tu presente
En general tienes control sobre cómo respondes a lo que sucede en el exterior, ante las personas con las que te encuentras, cómo respondes a lo que sucede con tu cuerpo y el rumbo de tu vida.
(cómo te sientes, en qué pones tu atención, cómo respondes)
Ok, tengo controlitis, y ¿ahora qué?
Si ya descubriste que tienes controlitis entonces es momento de empezar el tratamiento para curarte, y el tratamiento consta básicamente de visualizar la vida y a ti mismo como un río, es aventarte al flujo natural de las cosas, tu vas en tu barca disfrutando del paisaje y decidiendo hacia donde vas, pero al mismo tiempo permitiendo que la corriente te lleve.
Además de eso, te recomiendo lo siguiente:
Descubre lo que sí y lo que no puedes controlar, haz lo que está en tus manos para tener la vida que deseas tener y rodearte de las personas que deseas rodearte
Aprende a soltar, confiar, fluir y dejar ir lo que no puedes controlar, aviéntate al precipicio de lo desconocido y la incertidumbre y descubre la emoción que se siente al hacerlo, no la confundas con miedo, es emoción
Ábrete a descubrir la infinidad de cosas mucho más maravillosas e increíbles que sí pueden suceder cuando dejas de querer controlar todo lo que te sucede, a veces la vida misma tiene mejores planes de los que tú previste
Activa dentro de ti la aceptación como primer paso para evolucionar tu realidad, si algo no te gusta, primero has de aceptarlo para poder cambiarlo
Mi invitación
Fluir…. como timon y pumba, Hakuna Matata.. Pero hablando más en serio, aceptar, aceptar y aceptar. Aceptar inclusive que tienes estrés y ansiedad, aceptar que quieres controlar todo lo que sucede en tu vida y que por lo mismo te cargas de más presiones y frustraciones cuando eso no se cumple, aceptar que has aprendido a pensar de ciertas maneras no tan saludables y positivas, como lo es el pensar en términos de “todo o nada, siempre o nunca, todos o nadie”, o pensar que tienes que cumplir ciertas cosas, que deberías de ser, tener o hacer. Aceptar tu pasado, aceptar tu presente, aceptar a tu familia como es, aceptar a tu pareja como es, aceptar que muchas veces no sabes qué hacer, aceptar que tienes múltiples necesidades, aceptar que lo único que sí está en tus manos, es la manera en la que decides reaccionar a como son los demás y a las situaciones, y que tú decides qué camino tomar, en qué lugar trabajar y con quién estar.
Te recomiendo que tomes esas decisiones una vez que ya aceptaste todo lo demás, pues una vez que lo aceptas, empiezas a ver con otros ojos a los demás y a las situaciones que te rodean. Pero es casi imposible tomar una decisión mientras te encuentres en la queja y en la molestia de que las cosas no son como quieres. Es un hecho que lo que está ahí afuera ya es, ya está sucediendo, la otra persona así es, en fin, no puedes hacer nada para cambiar lo que ya sucedió, lo que ya está sucediendo. Pero lo que sí puedes cambiar es la manera en la que reaccionas a eso y la manera en la que lo afrontas.
Entonces yo diría que el antídoto contra la enfermedad de “controlitis”, consta de tres cosas:
1.- aceptación de todo tal y como es
2.- amar a todos y todo tal y como son
3.- confiar en que todo es así por alguna razón
Toco aquí el tema de confiar, porque en realidad el que tú y yo queramos controlar todo lo que sucede, es porque en algún momento de nuestras vidas aprendimos que cuando las cosas salen de control, estamos en peligro, (al menos porque así nos sentíamos), y que es mejor tomar una postura de control, o sea, pensar de qué manera deberían de ser las cosas, nos escapamos de la realidad, dejamos de ver las cosas como son, y optamos por hacernos la historia en nuestras cabezas de cómo deberían de ser, frustrándonos cada vez que no sucede así, y aumentando nuestras ganas de controlar.
Entonces yo te diría que no te preocupes o auto flageles si sabes que te encanta querer controlar a todos y todo, date chance pues así lo has aprendido a hacer, pero ahora te invito a que aprendas otra manera de afrontar lo que te estresa día con día, y es permitiéndote ser como es, aceptándolo, amándolo así como es, y tomando una decisión de qué quieres hacer al respecto. Pero intenta por favor evitar estar todos los días quejándote de lo que no te parece, pues lo único que consigues con eso es aumentar tus niveles de estrés y con eso, tu ansiedad.
En lo personal creo que lo que realmente está en mis manos es mi equilibrio y paz interior, y claro que le doy oportunidad de que se altere de vez en cuando, pero yo soy quién puede regresar a ese hogar interno en el que dejo que las cosas y las personas sean como son, y así encuentro su razón perfecta de ser.
Así que Hakuna Matata!
Solo para recordar al final de la película Hakuna Matata toma el significado de "no angustiarse" pero tomando responsabilidad en los actos.
El Rey León es una invitación a ser alguien en nuestras vidas, a disfrutar de nuestra vida y a buscarle un sentido último a lo que queremos ser. Es una invitación a Rugir sobre una roca, y a surgir de entre la multitud, es la invitación a Marcar la Diferencia y a tratar de que las cosas sean justas en el mundo. Es la invitación a hacerte valer dejando fluir las cosas.
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