¿Sabías que tienes permiso para decir que no y no sentirte culpable?. No tienes que ir más allá de tus propios límites por culpa. Tienes el derecho de definir tus límites emocionales, mentales, físicos y espirituales.⠀⠀⠀⠀
¿Cómo saber cuáles son tus límites? Piensa en:
¿Qué te incomoda?
¿Qué te hace sentir insegura?
¿Qué va en contra de tus valores?
Ahí es donde defines TUS límites. Esto puede resultar difícil, ya que puedes descubrir que tus límites difieren de los de tu familia, tu pareja, tus amigos o de la forma en la que te criaron. Pero es parte de crecer y ahora que tienes tus propios límites, tienes el derecho de ponerlos y hacer que se respeten.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
A menudo veo el resultado del resentimiento cuando los límites se violan continuamente. El resentimiento es una mezcla de ira y miedo. Tendemos a experimentar el resentimiento cuando nos sentimos poco apreciados o pensamos que se están aprovechando de nosotros. NO eres responsable de las expectativas, emociones, pensamientos o comportamientos irreales de otras personas.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Experimentamos culpa cuando creemos que hemos cometido una ofensa (normalmente contra las expectativas o los valores). Te propongo que te preguntes si la culpa proviene de tus verdaderos valores o de las expectativas de OTROS y de los viajes de culpabilidad de otros.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Recuerda que no tienes que presionarte más allá de tus propios límites por culpa. El resentimiento suele manifestarse si lo hacemos.
Aquí te dejo algunas maneras para comenzar a poner limites (aplica para los temas que quieras):
"No me siento cómoda con..."
"Eso no funciona para mí."
"Sí a esta parte... no a esta parte..."
"Aquí está mi límite de tiempo..."
"Cambiemos de tema".
"Necesito tiempo".
"Quiero un poco de espacio".
Espero que tengan un buen fin de semana y ya saben, a practicar y ponerse límites.
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