Discusiones, discusiones, discusiones…
¡Cómo arruinan nuestro día las discusiones!
Si alguna vez has estado en una relación, probablemente estés familiarizado con esa sensación de retortijón en el estómago o el calor que sube a tu cara cuando te das cuenta de que una conversación con tu pareja está comenzando a convertirse en una discusión. Luego de eso, lo que solemos hacer es huir o reventar contra nuestro ser amado.
Pero aunque meterse en un conflicto nunca es divertido, no tiene por qué ser terrible, pues tenemos otra manera de enfrentarlo. El truco está en que para que sea más fácil superar las discusiones cuando suceden, hablen sobre cómo quieren discutir el problema antes de pelear realmente.
Para esto te damos dos fases como recomendaciones que puedes seguir y que te pueden ser de mucha ayuda:
Fase 1: La conversación previa al conflicto.
Cada pareja se encontrará con desacuerdos y conflictos de vez en cuando, es algo inevitable, pero también, muchas personas prefieren simplemente improvisar cuando llegan a ese punto, para luego, una vez resuelto el conflicto, a menudo tratar de evitar hablar de él a toda costa por temor a "desenterrar el pasado".
Pero es mejor que, antes de entrar al conflicto, conversemos de lo que sentimos y sobre lo que queremos. Esto es de ayuda ya que a futuro las parejas se mostrarán más transparentes unas a otras.
El punto clave es establecer una especie de plan de juego que ustedes dos puedan usar de manera confiable cada vez que surja un conflicto; por ejemplo, cómo iniciar la conversación, cuándo y qué hacer si se agranda el problema.
También puedes mencionar las dinámicas que no les sirvieron durante discusiones pasadas, como cuando los comentarios tienden a volverse pasivo-agresivos o como cuando tienden a cerrarse e irse furiosos en medio de la discusión. Habla sobre cómo esto los hace sentir y cuáles podrían ser formas más útiles de manejar esos momentos intensos.
Fase 2: Planificar el futuro.
La clave para que funcione está en mantener la conversación antes de que ocurra un conflicto real. Para que así se pueda lidiar con los desacuerdos en general. En lugar de quedar atrapados pueden hablar sobre los detalles reales de un desacuerdo en particular. Es mucho más fácil hablar sobre sus estrategias cuando sus mentes están despejadas y su enfoque está en mantener su relación saludable, en lugar de tratar de hablar de esto cuando están en el furor de una discusión y los ánimos pueden estar enardecidos.
Todo se trata de planificar con anticipación, de modo que ya se tiene un plan de juego establecido que puedas seguir como un mapa de ruta en medio de una discusión. A largo plazo, tener esta conversación previa al conflicto ayudará a evitar que la conversación se descarrile y se convierta en una pelea en toda regla.
Y aunque a veces nos cruzamos con el príncipe azul, siempre nos viene bien tener en cuenta estos tips. Y si quieres explorar más, hay un libro que me encanta y que te recomiendo, se llama “Conversaciones Cruciales”, este libro te ayudará a tener una adecuada estrategia para iniciar una conversación.
¡Cuéntame si te sirvieron estos tips! No te olvides de etiquetarme en Instagram como @lantana.coaching… No puedo esperar a escuchar acerca de ti.
Pao.
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