Antes de empezar, quería recordarte que no todo momento tiene que ser eufórico o lleno de alegría. Puede haber momentos llenos de sentido y al mismo tiempo ser momentos difíciles. Sin embargo, a veces hay momentos ordinarios complicados y es bueno entender que tenemos el poder de crear una nueva experiencia en cada situación que nos presente.
Los problemas que enfrentamos normalmente provienen de nuestra narrativa sobre el momento: constantemente estamos interpretando las cosas de una determinada manera, de modo que ni siquiera nos damos cuenta de que tenemos esta interpretación o narrativa. Por ejemplo: Si alguien no ha devuelto mi mensaje de texto, podría interpretarlo en el sentido de que está molesto conmigo de alguna manera y se siente herido. Cuando alguien hace una pregunta, puedo interpretar eso como una crítica hacia mí y me molesta. Cuando no he hecho todas las cosas en mi lista de tareas, puedo interpretar eso como otra señal de que estoy haciendo las cosas mal y me siento desanimado y culpable por eso. En cualquier situación, tenemos una narrativa sobre ese momento. Una historia, una interpretación, una valoración. Y esa historia determinará nuestra experiencia.
Tomando en cuenta eso, vamos a explorar qué podemos hacer, de manera concreta, para dejar atrás aquella narrativa negativa.
Dejar atrás el pasado e ignorar el futuro para simplemente experimentar el momento presente, exactamente como es y así poder mantener una narrativa realista sobre lo que ocurre en nuestro día, sin preocupaciones o arrepentimientos.
Echar un vistazo al alrededor: mira cómo estás rodeado de aire, luz, sonido, objetos, vida. Este es el momento, tal como es. Es una gran oportunidad para conectar con aquello que nos hace sentir vivos. Haciendo eso podrás ver que todas esas ideas catastróficas del mundo son solo pasajeras, y la realidad es más hermosa de lo que crees.
Hacer una lista de que nos hace felices: pueden ser cosas aparentemente insignificantes, como el aroma del incienso, el color de la pared o la brisa que entra por la ventana. ¿Notas que eso está más presente en tu vida de lo que creías?
Crea una narrativa nueva y poderosa
Como lo mencionamos anteriormente, tenemos una narrativa dentro de nuestra cabeza que interpreta todo lo que ocurre en nuestro ordinario día y le da juicios de valor. Es difícil pasar por la vida sin una narrativa clara, pero hay algunas que podemos traer a nuestra mente que son útiles, incluso poderosas.
Una vez que dejamos caer nuestra vieja narrativa y simplemente experimentamos la vida directamente, podemos empezar a aceptar algunas interpretaciones de la realidad poderosas:
Maravilla y asombro: podemos ver todo lo que nos rodea como un milagro. Tan maravilloso e inspirador. Esta es una apreciación por la increíble naturaleza de la vida. Es una práctica de amar lo que es.
Gratitud: similar a encontrar asombro en todo, ¿podemos estar agradecidos por lo que hay aquí en este momento? ¿Para nosotros y los demás? No se trata solo de apreciar lo que hay, sino de sentirse agradecido de tenerlo.
Compasión: Cuando notas sufrimiento en los demás o en ti mismo, puedes generar un deseo de que ese sufrimiento llegue a su fin, de que la persona encuentre la paz e incluso la felicidad. Envía esta compasión hacia los demás. Esto genera un sentimiento de amor en el corazón que agrega algo maravilloso a la experiencia de vivir el presente.
Interconexión: esta es una apreciación de que no estamos aislados, sino que todos nos apoyamos unos a otros. Todo en nuestra vida es apoyado por los demás. Todo lo que hacemos afecta a los demás y puede tener una influencia positiva en los demás. La apreciación de esta interconexión es una forma de no darla por sentada y de hacer lo que podamos para influir positivamente en otras personas.
Con este tipo de práctica, puedes crear una hermosa experiencia en cualquier momento. Así puedes tener un día extraordinario. Me gustaría escuchar que cosas hacen de tu día algo extraordinario. Puedes compartirlo etiquetándome en Instagram como @lantana.lifestyle
Espero que disfrutes mucho de tu maravilloso día.
Pao.
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