“El progreso es imposible sin cambio y aquellos que no pueden cambiar de opinión no pueden cambiar nada” – George Bernard Shaw
El cambio nunca es fácil. Tu mente puede ser tu peor enemigo. Ya sea un cambio de Año Nuevo, un cambio positivo en el estilo de vida, un cambio en el trabajo o cualquier cosa diferente a lo que estás acostumbrado, tu mente intentará luchar contra ti. Es una batalla interna de pensamientos. Todos pasamos por el mismo proceso, pero a algunas personas les resulta más difícil ganar la batalla que a otras.
¿Y tú? ¿Te encuentras retrocediendo a tu zona de confort a la primera señal de cambio? Si lo haces, te ayudaré a desarrollar plena conciencia del proceso de pensamiento que ocurre cuando se considera el cambio. Esto te preparará para la "batalla mental" la próxima vez que consideres hacer un cambio positivo en tu vida.
Recuerdo que hace unos meses conocí a Grace. Grace se sintió atrapada en una rutina: sabía que estaba perdiendo oportunidades, pero rehuyó el compromiso de realizar cualquier tipo de cambio positivo. Grace estaba luchando con la fuerza mental para pasar por la "transición del cambio", el proceso natural por el que todos pasamos cuando pensamos en el cambio o cuando se nos sugiere.
Hay cuatro etapas en el proceso. Cuando los conozcas, entenderás cómo reacciona tu mente al concepto de cambio; entonces estarás en una posición más fuerte para actuar positivamente cuando el cambio tenga sentido para ti.
Etapa 1 – Negación
Recuerdo que Grace odiaba la idea de un cambio, porque sabía cuál sería su posición si continuaba con normalidad. Se había acostumbrado a la "norma". Se sentía más segura manteniendo el statu quo, debido a que no tenía que preocuparse por las incógnitas.
En resumen, Grace estaba negando la necesidad de cambiar. Temía que el cambio significara probar algo nuevo, algo que podría no funcionar como ella había planeado, algo que incluso podría fallar.
Mientras hablábamos, quedó claro que Grace necesitaba cambiar su rutina. Su vida giraba completamente en torno al trabajo y no tenía vida social de la que hablar. No es sorprendente que su autoestima fuera baja y se sintiera un poco alejada de la sociedad.
Cuando le pregunté si tenía algún hobbie, mencionó que le gustaba la fotografía (de hecho, había estudiado fotografía en la universidad). Para mí, unirse a un club de fotografía parecía una buena opción para Grace. Podía disfrutar de su afición y conocer gente nueva también. Su reacción a esta sugerencia fue completamente normal. "¡No hay manera de que esté haciendo eso!"
Continuó explicando que no tenía tiempo, que no disfrutaba tanto de la fotografía, que no le gustaba la idea de tener que socializar con extraños…
Básicamente, Grace inmediatamente puso una barrera a la idea e hizo todo lo posible para evitar que sucediera. Eran excusas. Estaba en negación, pero ella no podía verlo.
Etapa 2 – Resistencia
A medida que hablábamos más sobre la idea, comenzó a notarse un cambio sutil en su enfoque de la idea. Empezó a decir cosas como “No creo que haya clubes de fotografía por aquí”, “Tal vez tenga que hablar en las reuniones”, “Probablemente tendré que pagar una cuota de membresía”, “Todos ellos deben ser realmente buenos en la fotografía…”
Lo que estaba pasando era que ella estaba pasando de la negación a la resistencia. En su mente, estaba aceptando pasivamente que unirse a un club era una posibilidad. Había abierto un poco la puerta de probar una nueva experiencia, pero aún no era suficiente.
Por eso, hablé con ella sobre este cambio en su forma de pensar. Ella no tenía idea de que había sucedido. Ella tampoco se dio cuenta de la importancia de esto. Fue un paso esencial en el proceso de cambio.
Etapa 3 – Exploración
Pasar a la etapa de resistencia le permitió aceptar que valía la pena explorar las opciones. Hablamos sobre lo que ella podría hacer para que las cosas se movieran; algunas investigaciones en Internet sobre clubes locales, cuotas de membresía, ubicaciones, etc. Pronto, se notó cómo nuestra discusión cambió de una conversación negativa a un diálogo más optimista. Grace estaba empezando a darse cuenta y aceptar que unirse a un club de fotografía bien podría tener mucho sentido. Había completado la Etapa 3 del Proceso de Transición de Cambio.
Etapa 4 – Compromiso
Su nuevo enfoque mostró resultados en forma de compromiso. Aproximadamente, un mes después, Grace se unió a un club de fotografía cerca de su casa. Ella nunca miró hacia atrás. Asiste a la mayoría de las sesiones de los miércoles por la noche y ha hecho nuevos amigos. También descubrió que ella era, con mucho, la persona más calificada allí (nadie más tenía un título en fotografía).
Por eso, este proceso mental por el que pasó Grace es cierto para cualquier tipo de cambio que consideres. La mente humana siempre es cautelosa cuando se introduce el concepto de cambio. Porque, implica lo desconocido. No obstante, si eres consciente cómo tu mente se acerca al cambio, estarás en una posición más fuerte para luchar contra él si trata de impedir que sigas adelante.
Es cierto que algunas personas aceptan el cambio más fácilmente que otras, pero también es cierto que todos pasan por este proceso de transición de cambio. A veces, solo necesitas reflexionar sobre en qué etapa te encuentras si sientes que estás perdiendo impulso. Esto por sí solo puede ser la clave para seguir avanzando y llegar al compromiso.
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