La ansiedad matutina está marcada por un subidón de adrenalina, un corazón acelerado, un aumento de la presión arterial, preocupación, nerviosismo y fatiga a pesar de que acaba de levantarse de la cama.
Y resulta que la solución al problema es mucho más fácil de lo que pensamos… Cambiando nuestros hábitos.
No tiene que ser nada súper complejo, como hacer yoga, ejercicios intensos o leer 50 páginas de un libro. Algo sencillo basta, como tener experiencias de consciencia plena todas las mañanas. ¿En que consiste esto? Es concentrarte en las cosas que ya haces habitualmente todos los días y experimentarlos plenamente, con cada sensación.
Cuando intentas desarrollar hábitos conscientes, es mejor concentrarte en las cosas que ya haces. Por ejemplo, si caminas al trabajo, puede comenzar a caminar de una manera más zen, que es esencialmente caminar teniendo en cuenta el movimiento de tus pies y piernas. O, si tomas el autobús, puede sentarse en el autobús y meditar en tu respiración.
Otros ejemplos incluyen la ducha consciente, meditar mientras se lavan los platos o incluso escuchar atentamente (meditar en el sonido de la voz de la otra persona mientras la escuchas).
Cuando convierte las tareas diarias en actividades conscientes, cultivas el hábito de la atención plena. Y eso ayuda muchísimo a lidiar con la ansiedad matutina.
¿Sabías que la consciencia plena puede usarse también para mejorar otros aspectos de la vida? Te recomiendo leer mi blog: Mindfulness, la herramienta ideal para mejorar nuestras relaciones
Otra cosa maravillosa acerca de estos hábitos conscientes es que son excelentes para las personas ocupadas. Si crees que no tienes tiempo para meditar o ser consciente, simplemente haz lo que haces de todos modos, pero de una manera consciente. De esa manera, puede cultivar tu atención plena sin realmente invertir tu tiempo en ella.
Lo bueno de esta práctica es que te brinda casi todos los mismos beneficios que la atención plena general. Si haces tus actividades meditativamente, naturalmente ralentizarás tu mente y entrarás en ese estado de descanso en el que su sistema nervioso parasimpático se activa y se siente relajado.
Siempre vale la pena recordar que la atención plena no tiene por qué incluir la meditación. Puedes ser consciente mientras haces prácticamente cualquier cosa. Todo lo que importa es que encuentre una rutina matutina que hagas todos los días y la uses como una actividad de atención plena. Esto entrenará tu mente para estar atento por la mañana para que se relaje cuando se levante de la cama.
PD: ¡Te recomiendo probar infusiones relajantes también! A veces es más saludable un té que un café, por mucho que nos guste el café.
Un abrazo grande,
Pao.
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